Tener un bebé en casa te facilita la oportunidad de hacer esas fotos para toda la vida.
En el siguiente artículo te daré unos consejos muy sencillos de aplicar para que puedas realizar esas fotografías que se convertirán en la envidia de familia y amigos y te permitirán mantener para siempre momentos inolvidables.
¿Te lo piensas perder?
Ten la Cámara Siempre a Mano
Si acabas de tener un bebé, posiblemente tengas ahora más tiempo para estar con el recién nacido. Aunque las atenciones que requieren hacen que no puedas dedicar demasiado tiempo a la fotografía, no te faltarán momentos en los que poder hacer un buen uso de tu cámara.
Ten la cámara siempre a mano. En lugar de tenerla guardada en un armario, si puedes, dejala en algún sitio en la habitación donde más tiempo pases, donde no moleste pero esté a tu alcance. Puede ser en el salón o en el comedor.
Teniendo tu cámara a mano y con la batería bien cargada podrás hacer muchas más fotos que si tienes la cámara guardada y tienes que levantarte a por ella cuando quieras hacer fotos.
Haz Muchas, Muchas Fotos
Un problema muy frecuente es que hacemos muchas fotos en las primeras horas o días de vida de un bebé, y relajamos luego la práctica de la fotografía, dejando pasar meses sin fotografiar a los niños.
Un recién nacido cambia día a día cuando tiene pocos meses. Para quien vive con él, los cambios son inapreciables, pero cuando una persona los ve con menor frecuencia, nota los cambios de semana en semana.
No tengas problema en hacer fotos a los bebés continuamente. Aunque todas las fotos te puedan parecer iguales, con el tiempo descubrirás lo que había cambiado tu hijo en el pasado al revisar las fotos antiguas.
Cambia el Punto de Vista
Huye del clásico punto de vista en el que mantienes tu posición de pie, erguido, con la cámara a la altura de los ojos.
Baja hasta la altura donde esté el bebé, o incluso situarte por debajo de él. Estando a su altura conseguirás planos mucho más interesantes.
Acércate... Más
No tengas miedo de hacer primerísimos planos. Acércate todo lo que tu cámara te permita.
Puedes acercarte con tu cámara o, si dispones de un buen zoom, utilizar focales largas para sacar todo más cerca sin necesidad de estar demasiado pegado al bebé.
Utilizando estas focales largas evitarás las distorsiones molestas que se pueden llegar a producir cuando te acercas demasiado con la cámara utilizando focales más cortas.
Enfoca a los Ojos...
Si estás sacando la cara del bebé, no olvides, como en cualquier retrato, enfocar a los ojos.
El elemento que se encuentra más enfocado de la fotografía es el que atrae la atención, y los ojos son el elemento que más sensaciones transmite en un rostro.
De nada sirve una buena composición, unos colores fantásticos, una iluminación maravillosa, ... si los ojos quedan desenfocados.
...O Céntrate en Algún Detalle de Su Cuerpo
Los bebés son sumamente pequeños y frágiles. Una manera especial de hacerles fotos es centrase en el detalle. Una mano, un pie, una oreja, ... Trabajando en modo macro, si tu cámara o tu objetivo lo permiten, te permitirá centrar la atención en esos pequeños detalles que de otro modo podrían pasar desapercibidos en un retrato convencional.
Permítete el lujo de hacer muchas fotos, y una vez tengas las más clásicas, céntrate en marcos de distintos detalles de sus cuerpo. Podrás conseguir fotografías muy interesantes e incluso hacer composiciones o collages con varias fotos.
Usa el Modo de Disparo de Ráfaga
Si tu cámara lo permite, utiliza el modo de disparo de ráfaga. Este modo permite hacer varias fotos seguidas, una a continuación de la otra.
Los bebés cambian continuamente de expresión, se mueven, pestañean, ... No tengas miedo de hacer fotos de sobra, aunque aparentemente sean todas iguales. Haciendo muchas fotos seguidas, es más probable que en alguna de ellas consigas inmortalizar una expresión "especial". Si haces una única foto, puede que te des cuenta tarde, al verla en el ordenador, de que la fotografía no es como esperabas.
Usar el Flash, ¿Si o No?
Lo cierto es que hay diversidad de opiniones a la hora de utilizar el flash. Todos parecen coincidir en que los bebés no tienen completamente desarrolladas sus facultades visuales al nacer, y la evolución de su vista se va produciendo con el paso del tiempo.
Sin embargo, en cuanto al efecto de la incidencia de la luz directa a los ojos del bebé no acaba de haber consenso. Hay pediatras que consideran que el uso del flash directamente sobre los ojos del bebé afecta directamente al desarrollo futuro de la capacidad visual de la criatura, mientras que otros profesionales consideran que esto no afecta en absoluto.
Usa la Luz Indirecta
Si no quieres usar flash, o simplemente no tienes un buen flash externo y el de la cámara no es suficiente, prueba a utilizar la luz natural de forma indirecta.
Prueba a hacer fotos al bebé junto a una ventana si estás en el interior de una casa, de modo que la luz incida lateralmente sobre su rostro. En los retratos, la luz lateral es uno de los recursos más utilizados, ya que permite destacar muy bien las formas y relieves.
Solamente necesitarás comprobar que las condiciones de luz son suficientes para poder hacer las fotos con garantías de que no salen movidas. Para ello, revisa que las condiciones de apertura, velocidad y sensibilidad ISO permiten tomar las fotos con la suficiente luz y nitidez.
Prueba en Blanco y Negro
La fotografía en blanco y negro tiene un encanto especial. No dejes de trabajar el blanco y negro en tus fotos.
Recuerda que es preferible, eso si, hacer las fotos en color para luego convertirlas posteriormente a blanco y negro. Aunque tu cámara lo permita, si utilizas el modo de blanco y negro o sepia de la cámara estarás perdiendo información que tal vez necesites al hacer la foto.
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